El domingo pasado discutí con él. No es que fuera distinto, fue como otras veces, pero cada vez me dan más miedo las discusiones, nos alteramos demasiado y llegamos a decirnos cosas de las cuales nos arrepentimos más tarde.
Esa noche me costó dormirme y me consta –conociéndote como te conozco-, que tú también pensaste luego en ello. Ya nos habíamos pedido perdón y no hizo falta volver a hacerlo.
¡Eres tan cabezota a veces! Y eso que yo estoy a favor de tu sempiterno lema de que dos no discuten si uno no quiere. Pero yo creo que ese es el secreto de que nos llevemos tan bien; no hay que decir que sí a todo, basta de condescendencia, hay que decir realmente lo que cada uno piensa aunque inevitablemente eso nos lleve a veces a algún tipo de discusión.
Tengo miedo a que una de esas discusiones pueda separarnos para siempre. Miedo a echar por la borda casi veinte años de buena relación.
No podría soportarlo, aunque es cierto que lo pienso muchas veces. Pienso que cualquier día –como se suele decir-, nos coge el cuerpo de aquella manera a alguno de los dos y lo mandamos todo al carajo.
Pero no, eso no ocurrirá. Nos queremos demasiado….
Y cuando digo demasiado, es eso: DEMASIADO.
Porque eres de las pocas personas que consiguen que me duela la mandíbula por reírme a carcajadas. ¡Todos sabemos cuán importante es la risa en la vida….!
Te quiero a ti José, a tu mujer Cati y a tu hijo Iván porque para nosotros, además de ser nuestros mejores amigos, sois como unos hermanos.
Brindo por los veinte años que llevamos juntos y por que nuestra amistad dure para siempre.
Esa noche me costó dormirme y me consta –conociéndote como te conozco-, que tú también pensaste luego en ello. Ya nos habíamos pedido perdón y no hizo falta volver a hacerlo.
¡Eres tan cabezota a veces! Y eso que yo estoy a favor de tu sempiterno lema de que dos no discuten si uno no quiere. Pero yo creo que ese es el secreto de que nos llevemos tan bien; no hay que decir que sí a todo, basta de condescendencia, hay que decir realmente lo que cada uno piensa aunque inevitablemente eso nos lleve a veces a algún tipo de discusión.
Tengo miedo a que una de esas discusiones pueda separarnos para siempre. Miedo a echar por la borda casi veinte años de buena relación.
No podría soportarlo, aunque es cierto que lo pienso muchas veces. Pienso que cualquier día –como se suele decir-, nos coge el cuerpo de aquella manera a alguno de los dos y lo mandamos todo al carajo.
Pero no, eso no ocurrirá. Nos queremos demasiado….
Y cuando digo demasiado, es eso: DEMASIADO.
Porque eres de las pocas personas que consiguen que me duela la mandíbula por reírme a carcajadas. ¡Todos sabemos cuán importante es la risa en la vida….!
Te quiero a ti José, a tu mujer Cati y a tu hijo Iván porque para nosotros, además de ser nuestros mejores amigos, sois como unos hermanos.
Brindo por los veinte años que llevamos juntos y por que nuestra amistad dure para siempre.
Noa
7 comentarios:
Tengo que decir que para mí (y seguro que para Teletusa también) es un honor y un placer que te hayas atrevido (por fin) a enviarnos uno de los, desde mi punto de vista, maravillosos textos que escribes.
La vida, por suerte, nos reserva, de vez en cuando, sorpresas agradables, como es conocer a personas como tú.
Aún recuerdo cómo me hizo llorar aquella primera carta que me escribiste. Todavía la conservo. Chica, me diste de lleno en el corazón. Desde entonces, me convertí en tu fan número 1.
Qué curioso es que siempre tenemos las discusiones más fuertes con las personas que más queremos. Estoy de acuerdo contigo en que precisamente esto es lo que hace que las relaciones evolucionen. Callarse, a la larga, trae problemas.
Por cierto, soy incapaz de imaginarte discutiendo con nadie. Eres una de las personas más serenas que conozco. Después de tirarme un buen rato de charla contigo me siento como si hubiese estado en una consulta de Psicología, ja, ja.
Fuera de bromas, irradias energía positiva (que tanta falta nos hace), confianza, relajación...
Un beso enorme y espero que éste sea el principio de una larga lista de colaboraciones en "Las Columnas", aunque te veo pronto con blog propio.
Es muy importante cuidar la amistad, las cosas no hay que dejarlas y siempre es mejor hablar las.
Espero leerte más por las columnas, me gusto tu texto.
¡Bienvenida Noa! Es un placer tenerte por este mundo...espero que sea la primera de muchas veces...
Un besito
Yo también lo espero ya que me ha encantado.
Besines.
Muchísimas gracias por esta acogida tan calurosa. Me siento muy halagada.
Me encanta el blog, hace tiempo que lo sigo y me parece muy entretenido y lleno de cosas interesantes.
Es por esto y por este recibimiento por lo que os digo que sí; que me quedo. Sobre todo porque me ha hecho mucha ilusión ver algo mío publicado.
Os contaré un secreto: es mi primera vez.
En breve os envío alguna otra cosita.
De nuevo muchas gracias a los cuatro, así da gusto colaborar. Un beso muy grande.
Hola Noa.
Llevo poco tiempo casado, pero también he tenido mis más y mis menos, más de una vez he tenido que dormir con su culo de espaldas al mio, por asi decirlo. La discusión más tonta puede ser la más dolorosa. ¿Quién se baja los pantalones?. que absurdo es todo. Tú, no porque tienes razón, Yo no, porque la tengo yo, si te la doy piensas que me la das para que me sienta mejor, y pensaré que me está tomando el pelo y quieres que no se enfade más, ufff que lio.
Hay 1/1000000 de momentos malos.
Aprendamos (y digo, tod@s) a pedir perdón, por los errores cometidos; nuestra pareja sabrá perdonar. Aprendamos a dar las gracias, aunque sea por ese beso matinal que hace tiempo que no nos damos.
Hay veces que som@s tan orgullosos que no sabemos que le hacemos daño.
Estoy enamorado de mi mujer, aprendo día a día, creo que soy cada vez mejor persona.
Un beso a todos.
¡Qué bonito lo que dices y cuánta razón tienes!
Bienvenido.
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