Bienvenidas y bienvenidos a LAS COLUMNAS DE HÉRCULES

Si estás interesada o interesado en realizar alguna aportación al blog, sólo tienes que enviárnosla través de un e-mail a:

lascolumnasdehercules@gmail.com

miércoles, 29 de julio de 2009

Una amiga especial

Hace unos 5- 6 años conocí a una amiga, una de las personas por las que siento más cariño y de la que también lo recibo a raudales. Los adjetivos que mejor la definirían serían: cariñosa, amable, generosa… y muchos más que se podrían resumir en “adorable” (y me quedo corta).
Lo que tiene de especial esta amiga respecto al resto de mis amigas es su edad, 72 años. Nuestra relación comenzó cuando me pidió que le diera unas clasecillas para aprender a leer y a escribir. La dura vida de la postguerra hizo que tuviese que trabajar desde la infancia. No hace mucho que me contaba que las pocas veces que fue al colegio, el hambre no la dejaba concentrarse. En la escuela de adultos, dedicaban mucho tiempo a los números, y en ese tema ella ya controlaba.
Pasamos juntas muchas horas. Se supone que yo era quien enseñaba a ella, pero estoy segura de que ella me enseñó mucho más a mí.
En esas clases siempre había un huequecito para que me pudiese contar los periplos de su vida: cuando se marchó sola a Alemania a reunirse con su marido, los malos momentos que pasaron allí, cómo sacó adelante a sus dos hijas y a su hijo y cómo éstos pudieron estudiar gracias a los sacrificios de ella y su marido, cómo hacía la compra sin tener ni idea de alemán (aunque los números siempre se le dieron bien) y cómo finalmente aprendió a hablar este idioma.
Hace unos cuantos años ella, su marido y dos de sus hijos volvieron al pueblo, gracias a los ahorrillos de toda una vida de esfuerzo.
Tanto deseó que me saliera un trabajo en condiciones, que al final tuvimos que dejar las clases porque ya no me quedaba un hueco libre a las horas que ella podía. Por mí hubiese ido a las 11 de la noche si era preciso.

En estos días me acuerdo especialmente de ella. Ha perdido repentinamente a quien tanto la "chinchaba" cuando escribía y la hacía desconcentrarse, con quien compartió tantos buenos y malos momentos y con quien, en definitiva, pasó toda su vida. Ahora empieza otra etapa que tendrá que afrontar sin él. Por suerte, está rodeada de gente que la quiere, porque ella se merece eso y mucho más.

Y ahora que puedes leerlo, te deseo mucho ánimo, amiga. El destino me ha hecho afortunada por permitir que nuestras vidas se hayan cruzado.


3 comentarios:

Teletusa dijo...

Es un lujo que personas como ella, pasen por nuestras vidas.

Sandra dijo...

Es una suerte encontrar a personas así y para ellos es una suerte encontrate. Cuídala

Astarté dijo...

Desde luego, y eso que me he quedado corta...