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lunes, 18 de agosto de 2008

Hombres y mujeres, ¿Nacemos tan diferentes?




Las diferencias entre hombres y mujeres son evidentes (al menos en la mayoría de los casos). Pero, ¿las diferencias en la forma de actuar existen desde el momento en que nacemos? ¿Son algo natural, genético?

Si estas diferencias se debieran solamente a causas biológicas, habría ciertas situaciones que no tendrían explicación. Un ejemplo de esto sería el hecho de que cada vez hay más mujeres que desempeñan profesiones consideradas tradicionalmente masculinas. Otro dato curioso es lo que ocurre en culturas como la de los Tchamhuli en las que las mujeres manejan las posesiones y hacen negocios, mientras que los hombres se encargan de las tareas domésticas.

Resulta llamativo observar cómo vamos interactuando de forma distinta con niños y niñas, incluso antes de nacer. Nada más saber qué sexo tendrá el futuro bebé, el padre y/o la madre comienzan a preparar su habitación (lugar muy importante, porque es donde el bebé va a vivir sus primeras experiencias). En la mayoría de los casos, la habitación se decora en función de su sexo (color celeste y con animales para los niños; color rosa con flores, volantes…. para las niñas).

Padres y madres se relacionan de forma distinta con el bebé según su sexo (a veces de forma inconsciente), lo que va haciendo que su personalidad se vaya condicionando y que desarrolle habilidades y capacidades, según lo esperado por la sociedad.

Se les habla de forma distinta, se juega a cosas diferentes…según su sexo.

Afortunadamente, cada vez menos, pero es curiosa la diferencia en cuanto a los juguetes. A los niños se les proporciona mayor cantidad de juguetes y más variados (animales, coches, camiones, materiales educativos y deportivos….) que a las niñas (muñecas, juguetes de tipo doméstico: cocinita, fregona …). Esto provoca que los niños reciban mayor estimulación que las niñas, favoreciéndose así su desarrollo más que el de las niñas. Además, estamos fomentando, estimulando y orientando a las niñas hacia actividades domésticas y a ayudar a los demás, mientras que a los niños los orientamos a actividades profesionales o fuera de casa.

También es muy importante cómo nos comportamos cuando nos observan nuestros hijos y nuestras hijas. La imitación es una de las formas más importantes de aprendizaje de niños y niñas. Durante su desarrollo, tanto niños como niñas se identifican con el progenitor de su mismo sexo y lo imitan. Es decir, las niñas se identifican con su madre e imitan su comportamiento, mientras que los niños lo hacen con su padre. Aún recuerdo cuando un día de Reyes (yo tendría unos 7 u 8 años) mi padre, muy ilusionado, me regaló una bici. También me regalaron una cocinita. Cuando vi las dos cosas, me fui directa para la cocinita (todavía recuerdo lo que me gustó en ese momento, a pesar de lo poco que me gusta en la actualidad). De la bici, prácticamente ni me acuerdo. Ahora, sin embargo, lamento no haber jugado con otro tipo de juguetes, que probablemente me hubieran ayudado a mejorar mi orientación (y con seguridad, a aparcar mejor el coche).

Con todo lo expuesto anteriormente, sólo pretendo que reflexionemos sobre este tema. Afortunadamente, las cosas van cambiando, pero aunque parezca increíble en estos tiempos, todavía me sigo encontrando padres y alguna que otra madre que se preocupan porque sus hijos juegan con muñecas o que incluso se lo prohíben.

Desde mi punto de vista, hay que proporcionar gran variedad de estímulos a niños y a niñas, indiferentemente. Por suerte, esto se viene haciendo desde hace tiempo en colegios y otros centros educativos. Lo ideal sería que todas y todos fuésemos independientes, seguros y seguras, con orientación, comunicativos/as, sensibles, tiernos/as, intuitivos/as…
Astarté

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy en casi todo de acuerdo con el texto, pero pienzo que nunca podremos ser iguales(por suerte, seria algo muy aburrido) ni ser educados iguales,por mucho que queramos porque por naturaleza el hombre normalmente es más fuerte físicamente que la mujer y la mujer más inteligente que el hombre, simplemente por eso no pedemos ser educados igual, siempre donde alla un niño y una niña seguro que si hay que coger algo de peso sera al niño el que le digan que lo cojan.

Astarté dijo...

Muchas gracias por tu participación.

No me refiero a que se tengan que educar de igual forma a niños y niñas. Es prácticamente imposible educar a dos niños o niñas de igual forma, ni siquiera a dos hermanos/as.Sólo pretendo que nos fijemos en cómo vamos transmitiendo valores y hábitos distintos según su sexo y como ésto, influye a lo largo de nuestra vida.

Por ejemplo, con lo eso que dices de que las mujeres son más inteligentes que los hombres, no estoy de acuerdo, simplemente, creo que por lo general, se nos ha estimulado más en ciertos aspectos, que nos hacen parecerlo. Seguramente, si a los niños también se les hubiera estimulado así,las cosas serían distintas.