Había una vez, en un pueblecito muy cercano, una escribana, llamada Usa que no se conformaba con sus conocimientos. Ella quería superarse y aprender más y más. Comentó esto a su amiga, una estudiosa del proceder humano, que vivía en otro pueblo. Esta amiga, llamada Isidi, le aconsejó seguir adelante con su idea.
Entonces, un día, a nuestra escribana, se le ocurrió una brillante idea. Podían quedar a cenar y ver una película clásica. Cada una buscaría información sobre la peli, la verían y comentarían. El primer día que quedaron, invitaron a su amigo Hen, un estupendo encuadernador allende las Columnas de Hércules, que les regaló un libro en el que poder ir anotando las pelis que fueran viendo.
Poco a poco, se fueron agregando participantes: Hab, el más locuaz músico y constructor de la Baética; Am, el filósofo y letrado, hermano de nuestra querida Usa, que asistía siempre que sus estudios, en lugares remotos, se lo permitían; Teb, el mejor cerrajero del Mare Nostrum, que junto con la afectuosa Flor, siempre acudía cargado de exquisitos manjares que deleitaban al resto de asistentes. Flor, siempre estaba muy ocupada, trabajando y comunicándose con personas de lugares remotos, por lo que nunca pudo quedarse a ver la película.
Pero lo mejor de la noche, eran las inesperadas, en un principio, pero anheladas posteriormente, visitas fugaces de la explosiva Ada. Ella siempre ponía la guinda a esta maravillosa velada, que todos estos amigos y amigas compartían cada semana.
Lo que en un principio comenzó siendo algo ínfimo, acabó siendo, para la mayoría de nuestros personajes, la noche más esperada de la semana. La noche que les daba fuerza e ilusión para poder resistir el trabajo de la semana durante los oscuros y tristes días del invierno.
Entonces, un día, a nuestra escribana, se le ocurrió una brillante idea. Podían quedar a cenar y ver una película clásica. Cada una buscaría información sobre la peli, la verían y comentarían. El primer día que quedaron, invitaron a su amigo Hen, un estupendo encuadernador allende las Columnas de Hércules, que les regaló un libro en el que poder ir anotando las pelis que fueran viendo.
Poco a poco, se fueron agregando participantes: Hab, el más locuaz músico y constructor de la Baética; Am, el filósofo y letrado, hermano de nuestra querida Usa, que asistía siempre que sus estudios, en lugares remotos, se lo permitían; Teb, el mejor cerrajero del Mare Nostrum, que junto con la afectuosa Flor, siempre acudía cargado de exquisitos manjares que deleitaban al resto de asistentes. Flor, siempre estaba muy ocupada, trabajando y comunicándose con personas de lugares remotos, por lo que nunca pudo quedarse a ver la película.
Pero lo mejor de la noche, eran las inesperadas, en un principio, pero anheladas posteriormente, visitas fugaces de la explosiva Ada. Ella siempre ponía la guinda a esta maravillosa velada, que todos estos amigos y amigas compartían cada semana.
Lo que en un principio comenzó siendo algo ínfimo, acabó siendo, para la mayoría de nuestros personajes, la noche más esperada de la semana. La noche que les daba fuerza e ilusión para poder resistir el trabajo de la semana durante los oscuros y tristes días del invierno.
Y así, una semana tras otra, fueron pasando los meses hasta que llegó el estío y el bochorno hizo que buscaran otros lugares para reunirse.
Pero dicen por ahí, que ya están deseando volver a reunirse los martes por la noche, en la casa de Usa, para hacer lo que más les gusta: compartir una buena comida, un rato de conversación agradable y las impresiones sobre la película que han visto.
Y colorín, colorado, esta historia, aún no ha terminado….
Astarté
4 comentarios:
Soy uno de los que suele asistir a la noche temática, y la verdad que se pasa un buen rato, la pelicula la elegimos entre todos pero se pone la que eligen entre la Rous he Irene.
Hola, primero decir que me ha gustado mucho el cuento, es muy divertido, especialmente si conoces a los personajes...
La verdad es que estoy deseando que llege septiembre y poder reunirnos de nuevo, como dice ....pasamos un buen rato, aunque algunas(por muy rojas que se consideren) ejercen de dictadoras y sólo se pone lo que ellas deciden..
jajaja
Un beso
hola soy Ada , me ha encantado como has relatado el cuento eres espectacular , VALES MUCHO NENA . Bueno estoy pensando en acoplarme como espectadora ja ja ja , y comentarista , ya que no tengo nada mejor que hacer los martes , jijiji porque tu sabes Isidi. y eso de roja no veas como va a calentar el comentario jajaj , un beso pa mis niñas y niños .
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios: Usa, Ada y Don ...
Me gustaría que reflexionárais sobre algunas cuestiones de vital importancia:
¿Quién o quiénes llevan las pelis?
¿Quién o quiénes buscan información sobre éstas?
¿Quién o quiénes ofrecen razones razones de peso para elegir las pelis(como por ejemplo elegir la que sale el protagonista más guapo o la que dura menos tiempo porque queremos acostarnos antes)?
También me gustaría decir a Don ... que en la medida que vaya leyendo más libros, irá entendiendo que lo que a él le resulta cursi para mí es ironía.
Ada, me alegro un montón de que hayas participado. No veas la animación que le vas a dar al blog, je je.
Un beso a Don ... y a mis niñas.
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