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lunes, 1 de diciembre de 2008

Lo más importante de mi vida (5ª Parte)

Los días se hacían interminables y no llamaban, pero éramos muy felices ya quedaba poco para que nos dieran el niño, ya nos habían dicho que era un niño y que tenía 6 años. Yo fui con mi coche para sabinillas para decírselo a mis padres que sería un niño y que ya no tardaría mucho en dárnoslos. Marina se quedó en Sanlucar e iría para sabinillas al siguiente día.

Llegó el siguiente día y yo estaba en casa de mis padres esperando que llegara, pero no llegaba Marina. Ni contestaba al teléfono móvil. Hasta que llegó un policía preguntando por mi, me temí lo peor. Salí y le dije que si pasaba algo, me dijo que si que mi mujer había tenido un accidente de coche y estaba en el hospital en Cádiz y estaba grave. Salí rápido para Cádiz pero para cuando llegué ya estaba muerta, la vida se me vino encima. Cuando pasaron un par de semanas del accidente me llamaron de una editorial por si quería escribir un libro sobre mi vida, yo respondí que si, dijeron que me mandarían a un escritor que me irá haciendo preguntas para así ir escribiendo mi vida.

Al mes de la muerte de Marina me llamaron desde la residencia de los niños que ya tenía concedido el niño y que ahora tenía que empezar a ir a ver al niño para que se fuera acostumbrado a nosotros y si el niño nos aceptaba que ya no lo podíamos traer, eso duraría unas dos o tres semanas según el niño. Yo no dije nada de lo sucedido a mi mujer. Y le dije que iríamos para el centro en unos días.

Fui para ver a mis padres y contarles que ya podía ir por el niño, pero también era para pedirles sui opinión, también le pregunte a mi hermana que ella tenía dos, ella me dijo que ser padres era muy duro para dos contra más uno solo. Pero me dijeron que era algo muy personal y que esa decisión la debía de tomar yo solo que era algo muy personal. Yo decidí que iba a ir a ver al niño pero que aún teniendo muchas ganas de ser padre le diría a la directora del centro que no acogería el niño. A pesar que había decidido de no acoger el niño me fui para Sevilla y reservé una habitación en un hotel de Sevilla y cerca del centro donde estaba el niño para una semana.

Llegó el día de ir a ver al niño, y fui para el centro para hablar con la directora y decirle lo que había pasado con mi mujer, mi sorpresa fue que cuando llegue la directora me atendió y me dijo, hola Jesús pensé que no vendrías, ya que me entere por las noticias de lo de tu mujer y pensé que ya no vendrías para adoptar el niño. Me quede en blanco por un momento, pero le dije que venía para decirle lo que había pasado y que no quería ya adoptar el niño, pero que pensaba que era mejor decírselo en persona que por teléfono. Mirando para el patio del centro le pregunte que si me podía decir quien era el niño que me habían concedido, y me volvió a responder que no era una tienda de animales que se miraba y si me gustaba me lo llevaba, la mire y le dije que para mi era algo muy serio y que me dolía mucho no aceptar al niño, pero que mi estado de ánimo no era el adecuado para criar a un niño seré la puerta y me fui.

Al pasar por el patio una niña rubia se me acercó por la espalda y me tiró de la chaqueta, me giré y le dije ¿que quieres guapa? Ella me dijo en voz baja, ¿tu eres Jesús? ¿El futbolista? Si, y ella me dijo, ¿Por que no te llevas a Oscar? ¿Por lo de tu mujer? o ¿porque no te gusta el niño?. Por lo de mi mujer, ¿tú como que lo sabes? y ¿conoces a Oscar? Por la tele y aquí todos los niños nos conócenos y nos dicen cuando vienen por nosotros para que lo sepamos, aquí son muy buenos todos con nosotros. ¿Tu me dirías quien es Oscar? Claro es aquel niño que esta allí solo contra la pared ¿y por que esta solo? le dije, por que el piensa que es invisible y que nadie lo ve, piensa eso porque ya han venido varias veces por él y nadie se lo lleva, y el dice que es por no lo ven. También dos veces se lo han llevado y lo han devuelto.

Me fui triste y pensativo, algo me retenía y me quede en la calle viendo el patio y sobretodo a Oscar. A partir de saber su nombre ya era distinto, ya el niño tenia nombre. Al siguiente día también fui y me atreví a entrar en el patio y intentar ver a Oscar, el estaba en el mismo sitio que el día anterior y también estaba solo, me acerque y le dije Hola Oscar, el me dijo ¿como sabes que estoy aquí? ¿si nadie me ve? yo conteste; por que me lo han dicho pero claro yo no te veo, pero siempre he querido ser amigo de alguien invisible. Al siguiente día volví a ir, esta vez le llevaba dos regalos, uno era una pelota y el otro una barra de pintura negra. Me acerque a donde el estaba y pregunte en voz alta, ¿donde estas Oscar? el en voz muy baja me dijo aquí donde siempre, y ¿que traes? ¿Es para mí?, le dije si es para ti, te traigo una pelota para poder jugar contigo y una barra de pintura negra para que te pintes la cara y así poder saber donde estas para echarte la pelota, el niño sonrió y me pregunto de verdad que quieres jugar conmigo, si claro podemos jugar, y entonces se volvió a poner triste y me dijo que entonces por que no me lo quería llevar, pero que lo entendía nadie lo quería por que era invisible. Algo me partió el alma y me dolió mucho más que esa patada que me rompió la pierna. De inmediato supe que ya ese niño era parte de mi vida y que ya lo quería.

Me fui a hablar con la directora y le dije que si todavía podía adoptar al niño, ella me dijo que si estaba seguro y yo le dije que nunca había estado tan seguro de algo en mi vida. Ella me dijo que si, que todavía no había no había devuelto los papeles que algo por dentro le decía que me quedaría con el pequeño, pero que tenía que seguir las pautas establecidas que durante un tiempo el niño debía de seguir en el centro y que yo podía ir a recogerlo por el día para sacarlo fuera y estar con el asta que el niño se acostumbrara a mí. También me dijo que Oscar era un niño difícil, ya que era un niño que había sido rechazado varias veces y tenía miedo. Yo le dije que no se preocupara que intentaría ganármelo.

Al siguiente día fui a buscarlo y para mi sorpresa estaba donde siempre, pero tenía la cara pintada para que pudiera verlo y así poder jugar con el, mi sorpresa fue tan grata que asta se me saltaron las lagrimas, estuvimos un rato jugando ala pelota en el patio. También estuvimos un buen rato hablando y me dijo que el antes no era invisible que era normal, pero que se hizo invisible sin darse cuenta. Le dije; Oscar mañana es sábado y juega el Sevilla al fútbol te quieres venir a verlo conmigo al campo, el niño dijo que si. Que el nunca había visto un partido de fútbol en el campo. Esa tarde al igual que todas las anteriores me quede fuera mirando lo que asía el niño, esta vez el niño se movió de su sitio y fue a donde estaban los otros niños y empezó a jugar con ellos a la pelota, cuando lo vi correr detrás de la pelota y de los demás niños me sentí el hombre más feliz del mundo.

Al siguiente día fui a recogerlo y le llevé una gorra y unas gafas de sol, también una barra de pintura pero esta vez de color carne, le dije que se pusiera la gorra para que así viera su cabeza y que en vez de negro que se pintara del color de carne y también que se pusiera las gafas para así poder ver los ojos. Salimos y pasamos una tarde genial después del fútbol fuimos aún restaurante para comer algo y luego llevarlo al centro. El niño apenas hablaba cuando estábamos juntos pero cada día que pasaba se le notaba más feliz y a gusto conmigo. Así llevábamos varias semanas y cada momento que pasaba sin el se me asía interminable, era muy raro pero cierto un niño triste y de pocos amigos había conseguido que a pesar de todo lo que me había pasado volviera a ser feliz. Creo que a mí me hacía más falta su compañía aún que a el la mía.

La directora me dijo que ya estaba listo el niño, que cuando yo no estaba preguntaba por mí, así que ya podía llevármelo para casa , pero eso si que si en dos meses me arrepentía podía volver a dejarlo en el centro y que también en ese tiempo tendría visitas para comprobar si el niño estaba bien. También ese día la directora me dijo que el cambio del niño había sido muy bueno desde que me conoció, pero que si el niño sufriera otro abandono que sería muy doro ya para el niño, le dije que no se preocupara que eso no sucedería. Yo le dije que tenía que ir unos días a mi casa y prepararla para su llegada que como tenia pensado de no acogerlo no prepare nada , pero que en tres o cuatro días como mucho volvía por el para llevármelo, y que estuviera tranquila que no me arrepentiría que no podía vivir sin el crío. Se lo dije al niño que volvía a casa para prepararle su dormitorio y volver por el ya para siempre. Se puso triste y en su cara se veía que tenía miedo que no volviera.

Esteban.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La historia cadavez me gusta más, es muy buena y está llena de sentimientos.

Astarté dijo...

Por desgracia, he conocido a un niño como Óscar. Espero que Jesús no le deje tirado de nuevo.

Yo propongo al autor del relato realizar una película basándose en esta historia, para posteriormente, ponerla en el blog ;-).

Un beso

Anónimo dijo...

Solo faltaría los actores y los cámaras para grabarla.Eso si yo sería el director de la palícula.También la que haga de Marina tiene que hacer esenas de cama ya que lo intentan muchas veces de tener el niño con Jesus.

Astarté dijo...

¡Ja ja!

Bueno, dependiendo de quien haga de Jesús, nos repartiremos los personajes. Lo mismo Teletusa y yo nos damos tortas por hacer de Marina...

Aunque bueno, ya me imagino que la peli la pondrás en mundobelloto, ¿no?

Anónimo dijo...

no, leé vendido el guión a Pedro Almodoba.